jueves, 23 de febrero de 2012

Aprendizaje cooperativo III



El trabajo en equipo para enseñar y aprender.

En esta tercera parte del curso debíamos trabajar una unidad didáctica concatenando diferentes estructuras cooperativas. Dado que disponíamos de muy poco tiempo, y yo además tenía la dificultad añadida de que no es mi tutoría y por tanto el tiempo que le puedo dedicar es limitado, escogí uno de los contendidos (Los alimentos) de la unidad 7 de Conocimiento del Medio.

Para detectar los conceptos previos y el vocabulario del alumno; es decir, conectar con lo que ya saben para planificar las estrategias siguientes,  utilicé la estructura '1-2-4' pero saltándome el paso de trabajar en parejas, por lo que la estructura quedó en '1-4'.

La apliqué del siguiente modo: Confeccionamos una ficha con 8 preguntas (la mayoría para detectar sus hábitos alimenticios) que cada alumno hizo de forma individual. Una vez completada la tarea, debían poner cada respuesta en común y elaborar otra donde las cuatro respuestas estuviesen representadas. Se nombraron responsables de grupo (de los números de lista de los componentes del grupo, el menor) que se encargarían de ir recogiendo por escrito las respuestas y de leerlas en la puesta en común final.

Como la tarea me parecía que no iba a ser fácil y no conozco suficientemente a los alumnos (recuerdo que es una tutoría 'adoptada'), opté por hacer un ensayo (modelaje) con las primeras cuestiones pero cual no fue mi sorpresa que a la segunda pregunta dijeron que lo entendían y que querían continuar solos. Surgieron algunas dudas y dificultades tanto a nivel de comprensión de términos o de algunas de las preguntas como de la propia dinámica grupal: éstas son muy importantes de cara a que el funcionamiento del equipo se vaya regulando. Lo cierto es que cada vez van organizándose mejor. Sí me gustaría destacar que, sobre la marcha, aprendieron a hallar la media de varios números ya que algunas preguntas sobre la frecuencia de tomar determinados alimentos, las respuestas eran numéricas.

Para la ejercitación y aplicación del aprendizaje usé la lectura de la unidad 7 de Lengua 'No hay derecho' (una historia que sucede en el comedor escolar) aplicando las estructuras 'Lectura compartida' y 'Parada de 3 minutos'. La lectura la dividimos en 4 párrafos y cada alumno del grupo leyó el que le correspondía (empezó el alumno más pequeño en cuanto a la edad) el resto debía estar muy atento. Después de la lectura de cada párrafo hacíamos la 'Parada de 3 minutos' para que escribieran en un folio lo que no habían entendido (palabras, expresiones, sentido del texto...) Así sucesivamente hasta completar la lectura. Renglón seguido, cada portavoz planteó las dudas de su grupo y las maestras fuimos dando las respuestas oportunas.

Terminado esto pasamos a aplicar la estructura 1-2-4 para el proceso de la comprensión lectora. Cada alumno pensaba la respuesta correcta a cada una de las preguntas propuestas en el libro, luego la intercambiaba con el compañero de al lado para ponerse de acuerdo y por último la volvían a intercambiar con todo el grupo hasta elaborar una respuesta consensuada. Empezamos esta estructura pero tuvimos que cortarla ya que llegó la hora de  la salida.

En esta ocasión hubo un poco de más caos que en ocasiones anteriores y surgieron más problemas (momentos y situaciones en las que la 'cooperación' peligra). Creo que son varias las variables que han podido incidir en esto: poco tiempo para desarrollar tres estructuras encadenadas, que eran las dos últimas sesiones de clase y por tanto los alumnos estaban más cansados, tal vez aplicar la estructura 'Parada de 3 minutos' al finalizar cada párrafo fue excesivo, más y mejor planificación...
 
Al siguiente día, a primera hora, retomamos la actividad por donde la habíamos dejado. Terminaron de consensuar las respuestas y los portavoces (se eligieron en función de la edad: el mayor) las fueron leyendo. Fuimos examinando y comparando las respuestas de manera global y analizando porqué determinadas respuestas no eran las adecuadas.

Dedicamos los últimos minutos a hacer una valoración-evaluación del trabajo  realizado tanto de las dinámicas en sí como de las cosas que habían aprendido. Dado de que dispusimos para esto de muy poco tiempo, no pude aplicar ninguna técnica cooperativa sino que los alumnos que quisieron aportar algo participaron de manera individual. 

El aprendizaje cooperativo no es algo totalmente nuevo para mí. Ya con anterioridad había aplicado estrategias donde el alumno toma el protagonismo del proceso enseñanza-aprendizaje (cambio de roles) y la tutoría entre iguales; así como dinámicas para un mayor conocimiento y cohesión del grupo clase.  Si bien es cierto que aplicar otras dinámicas y las estructuras me ha enriquecido enormemente y me ha hecho profundizar de una manera más sistemática en los procesos del aprendizaje cooperativo.

En conclusión, considero que el AC es una propuesta educativa con efectos claramente positivos en la esfera cognitiva, afectiva y social de los alumnos que participan en esta forma de enseñanza. Pero también creo que para llevarlo a cabo con cierta garantía de éxito, es necesario que el profesorado se forme y conozca con más exactitud los fundamentos, los efectos y los mecanismos concretos de esta metodología.