domingo, 3 de marzo de 2013

Porque La Educación es un tesoro: Aprendizaje cooperativo



Finlandia. Ya sé, ya sé que es un tema demasiado recurrente pero me viene a pelo para dejar constancia, en mi camino al EABE13, del trabajo que llevamos a cabo en mi centro, desde el curso pasado, aplicando la metodología del Aprendizaje cooperativo.


Desde que el sistema educativo finlandés obtuvo los mejores resultados escolares en las pruebas PISA está en boca de todos: es lógico. Y viene muy bien conocer un sistema educativo de éxito y compararlo con el nuestro y darnos cuenta de que son muchas las cosas que debemos cambiar.


No, no somos Finlandia, ni falta que nos hace. Somos dos países muy diferentes. Nuestro país debe recorrer este camino a su manera y en función de su idiosincrasia, pero lo cierto es que si no se respetan ciertos supuestos no llegaremos a ninguna parte. Un aprendizaje de calidad debe de ser equitativo; posible, si no para todos, sí para la mayoría de estudiantes y las políticas educativas deben estar encaminadas a que los alumnos aprendan mejor, los docentes enseñen mejor y las escuelas sean más eficientes. Para que los alumnos aprendan mejor hay que hacer énfasis en el desarrollo de la creatividad, la curiosidad y la experimentación. En Finlandia el docente no se dedica a transmitir información sino que enseña a aprender a pensar, estimula el razonamiento crítico antes que la memorización, su papel no es el de mero transmisor en una clase magistral sino que fomenta mucho la participación y el trabajo en grupo haciendo las clases muy participativas en un ambiente relajado y de mutuo respeto. Además, el profesor está obligado a ir renovando sus clases y métodos de enseñanza para atraer la atención y la motivación de los alumnos.


Y aquí, ¿todo eso no se hace? Se hace, aunque a una escala menor, más voluntarista y menos profesionalizada porque hay docentes con prurito profesional, valientes, que reflexionan sobre su trabajo, se cuestionan lo que hacen, se plantean retos y, con apoyos o sin ellos, se lanzan al cambio. La gran diferencia es que esta actitud de apertura al cambio, de cuestionamiento metodológico y de afrontar en equipo la solución de los problemas y retos educativos, allí, en Finlandia, parece un componente sustancial y generalizado de la profesionalidad docente, mientras que aquí aún sigue perteneciendo al ámbito del voluntarismo casi siempre o de la heroicidad bastante a menudo.

A mi compañera Cristina: Gracias, muchas gracias por cederme los vídeos de tus alumnos, dejarte enredar en mis movidas, por tu tiempo, tu paciencia y tu interés.